lunes, 27 de diciembre de 2010

La mona que quería ser revolucionaria de izquierda

Cuando la gente se activa políticamente (y ahora con el Internet es bien fácil) los países tienden a mejorar. Por eso me alegra ver a personas que hace apenas un año o seis meses atrás detestaban cualquier acercamiento científico o práctico a la idea del activismo político o, sencillamente, a la discusión de los problemas actuales, y ahora simpaticen, hagan ruido (no importa el bando en que estén) y vayan, con sus acciones y ejemplo, construyendo un nuevo país.

Hay sin embargo, un rebaño numeroso de estos nuevos "activa'os" que me causa preocupación.

Lo más que me produjo dudas (y hasta risas) fue ver el vuelco de 360 grados que muchos apáticos hicieron para saltar embravecidos a la lucha ("cualquiera que sea, mientras más me sigan llamando 'rebelde', 'contra sistema' o 'raro', mejor me siento") como 'revolucionarios de izquierda' gracias a la popular primera huelga universitaria de 2010 que comenzó en abril. Claro, son revolucionarios en el sentido que siguen por Facebook y Twitter a cuanta organización comunista-socialista-obrera-refundacional-anarquista-prohuelga el Internet 2.0 parió por medio de las contracciones (previsibles) del gobierno Fortuñista.

De repente la huelga se transformó en lo in, en el estilo de la (larga) temporada Verano-Otoño-Invierno 2010; en un tipo de vanguardia social-artística-radical, catapultada de esta manera por la increíble gama de anónimos que sueñan con ser personalidades y buscan, a toda costa, ser héroes del "Minuto a minuto" de El Nuevo Día o, por lo menos, de su Timeline o NewsFeed.

Darle Like, Follow y añadir como amigos a huelguistas y a sus simpatizantes, y no hacer nada más es, hoy en día, el equivalente a leerse el Manifiesto Comunista o levantar el puño izquierdo mientras se entona La Borinqueña revolucionaria y luego jartarse de caviar y champagne en Nochebuena. Eso es un compromiso político que redunda en lo light sino se agranda el combo con la educación, la movilización y la aplicación. La clave no es sólo pretender entender lo que está pasando, sino cómo, individual y colectivamente, podemos provocar los cambios que nuestra sociedad necesita. Es en este aspecto final que el 'revolucionario à la mode' se derrite

Twittear, "Yo apoyo los estudiantes, y De la Torre y Fortuño son Nazis" contribuye a la búsqueda de soluciones de la misma manera que poner en el status "La huelga la dirigen un chorro de mafuteros, pelús y anarquistas" o repetir el mantra que "Sin Estados Unidos como garante (colonial) de nuestro orden, hace rato hubiésemos descendido varios anillos del infierno de Dante" (optimistas acérrimos son éstos, porque hace rato que la PRT cobra como local una llamada de Puerto Rico a la casa de Satán) nos ayuda a elevar el diálogo democrático y crecer como país pensante.

Codearme entre los héroes del "Minuto a minuto" o taguearme en sus fotos y luego capear o salir con malacrianzas a la gente cuando me piden que, por favor, no conteste el celular en el cine es a lo que se reduce el bregar Chicky Star colectivo de nuestro país y la pose trasnochada de creerse un paladín de la libertad de expresión, la justicia y el progreso social, simplemente por mis ritos de asociación nocturna y bebelata infinita.

Por esto la izquierda e intelligentsia puertorriqueña pierde mucha de su credibilidad: porque se mercadea como un estilo de vida más, como una marca que te provee de cierto status social (nosotros los pensantes y cultos; ellos los analfabetos).

La izquierda como un iPad.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Feliz Navidad Rockera

Ayer nos fuimos de Bayamón a Río Piedras, de Río Piedras a Corozal, quedándonos en Morovis laaaargoo rato pa' regresar con el alba de un nuevo día a la Ciudad del Chicharrón.

Asopao de gallina, caldo de pollo, harta morcilla hasta donas de Krispy Kreme a las seis de la mañana.

Y desde nuestra música típica hasta consignas de la huelga, no faltó un improptu rockero bueno de verdad. Aquí les dejo el videíto.


¡Feliz Navidad!

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Mi Navidad ha sido eventos gastronómicos :-D

Como parte de mi trabajo en la revista Empresarios, suelo ir a eventos especiales de las marcas más importantes de bebidas y a los restaurantes más noveles de la Isla.

Haré un pequeño recuento de las últimas tres que he asistido: una en La Concha, otra en el restaurante La Vista del Marriott en Condado y la semana pasada en Budatai. Mañana voy a una de Absolut en el otro restaurante de Roberto Treviño, Bar Gitano que, de hecho, ya me han contado sobre los encuentros del tercer tipo con la supuesta paella que sirven. Nunca le digo no a una invitación, así que ya a partir del viernes o sábado leerán sobre mis impresiones del Bar Gitano.

Chivas Regal 25 años - Edición Limitada - 13 de noviembre de 2010

Pernod Ricard Puerto Rico y V. Suárez nos invitaron al salón Ocean View de la Concha para una velada especial. ¿El motivo? El lanzamiento en Puerto Rico del whisky ultra premium Chivas Regal 25 años. La rareza de la mezcla lo hace una bebida de edición muy limitada y esa noche fue su debut en Puerto Rico. Como parte de la actividad, también se sirvieron el Chivas 12 y 18 (el último, como el 25, jamás lo había probado).

Meses antes había tomado por vez primera el Blue Label de Johnnie Walker, cuando entrevisté al embajador de la marca para Latinoamérica, el venezolano Arturo Savage. Arturo estará contento cuando le diga que el Chivas 25 no superó mis expectativas. Me pareció muy picoso al paladar y casi inofensivo a la nariz, salvo el rico aroma a mazapán que el Blue no tenía. Pero el de 25, desgraciadamente, no me invitó a más.

Sin embargo, y a parte de mis humildes notas de cata, en mis conversaciones con Ken Lindsay, el embajador global de Chivas que nos visitaba para el evento, pude aprender más sobre la historia de la casa Chivas, las leyes de la época y la competencia feroz (aunque bastante amigable) entre las grandes casas de esta agua de vida y de la gran destilería Strathisla, la más antigua de toda Escocia, cuyas maltas, como el ADN de cualquier ser viviente, siempre han sido parte del blend de Chivas Regal.

A mí me gustó más el Chivas 18 años, con poquísimo hielo y un chorrito de agua mineral. El 25 lo tomamos a temperatura (de Puerto Rico) sin nada más y creo que esto fue lo que afectó el whisky. En la Isla suelen ocurrir desastres gustativos como estos por el descuido de dejar que los productos importados (sobre todo las bebidas) adquieran nuestra temperatura ambiente. Estos problemas también se originan por la transportación inadecuada que sufren los mismos.

Los platillos que sirvieron de acompañante fueron centrados en lo caribeño como churrasco con un chimichurri de mangó. Quizás me serví unas cuatro veces de esta bandeja. No me acuerdo mucho del resto del menú y lo más probable se debió a que fueron platos trillados, como el mismo churrasco que ya, desde hace algún tiempo, se encuentra hasta en la sopa.

Reapertura La Vista Restaurant -Marriott de El Condado - 9 de diciembre de 2010

El 8 de diciembre, la hermosa Ness Marie Tollinche del Marriott, nos invitó a la reapertura de La Vista, la opción de bufetes del hotel Marriott, al cual fui en mis años más tiernos. No volvía en más de una década y fue grato encontrar el lugar de muchas cenas familiares redecorado con tonos vibrantes pero sencillos.

La mayor parte de la acción se concentró en la barra localizada en la terraza y el booth de promoción de Bacardí por razones obvias: toda la cerveza, vino, Bacardí, Dewar's y vodka que quisieras consumir. Para mí, sin embargo, lo más que esperaba era degustar los nuevos ofrecimientos del lugar.

Empezaron con tostones, unos montaditos con pico de gallo y otros de carne desmenuzada de cerdo y piña (me imagino, una versión de la famosa receta mexicana de los tacos al pastor). Lamentablemente algunos de estos tostones llegaron fríos a nuestras bocas (nuevamente, el problema de la temperatura), pero un restaurante de comida caribeña/tropical no puede prescindir de ellos.

Otro plato que ya se ha vuelto icónico en este tipo de restaurantes es el ceviche. La Vista nos deleitó con un ceviche de setas maravilloso, coronándose, sin exagerar, como el bocado más rico de la noche. Lo mismo no puedo decir del ceviche de camarones, vieiras y langosta. Si bien todos los mariscos estuvieron tiernos, el aderezo del ceviche era inexistente. No sentí el limón ni las hierbas que lo acompañaban. Realmente fue como un cóctel de mariscos y nada más.

También pasaron unos mini pastelillos a los que la gente les cayó encima como pirañas y son, pues, las frituras que nunca faltan en este tipo de eventos al aire libre y frente al mar. Lo que siguió después sin embargo (y espero yo) estuvo más cercano al tipo de comida que La Vista sirve o debiera seguir: camarones en salsa de leche de coco acompañado con arroz blanco y chaufa de quinoa (cereal milenario cultivado en los Andes por los Incas) con sirloin y setas. Chaufa es el nombre para el arroz frito en la tradición sino-peruana llamada chifa. O sea, en Perú en vez de decir 'comida china' dicen 'chifa' y el arroz chaufa es la reinterpretación peruana de este clásico plato oriental.

Para mí la inclusión del chaufa de quinoa y los camarones en leche de coco (aquí pude notar algunas influencias del Caribe colombiano) fue acertada y audaz. En fin, una inesperada y más que adecuada movida que nos llevó de los tostones y pastelillos del principio a algo singular y diferente.

Johnnie Walker Black y la Tecnología - Budatai - 16 de diciembre de 2010

Tengo un iPhone 3Gs y una MacBook de hace dos años, por lo que un iPad en estos momentos me parece algo redundante que no me aportaría mucho a mi diario vivir. A lo mejor me lo compro, sobre todo, cuando los precios hayan bajado, así que eso puede esperar un poquito.

Bueno, hablo del iPad porque en este evento la gente de Johnnie Walker nos mostró una degustación guiada utilizando los susodichos artefactos. Al final la gente no se entretuvo para nada con ellos porque todos los tragos con Black eran gratis. La ecuación no era, pues, tan difícil de resolver y más cuando uno está en un lugar de tanto renombre como Budatai: significaba, claramente, más dinero para probar los afamados platos de Treviño.

Este es, pues, el acertijo a resolver: ¿vale la pena comer en Budatai? Dejando atrás la pompa y el renombre, Budatai es un excelente lugar para experimentar fusiones inesperadas entre lo asiático y caribeño. Si bien añadir el plátano maduro en la preparación de dumplings y arroz frito puede considerarse el más grande lugar común de toda cocina experimental a lo boricua, el rodaballo tipo sashimi/tiradito pero con coco (el plato se llama Herame: Thinly Sliced con Coco, Yuzu & Toasted Garlic) fue una extraordinaria sorpresa. Entre lo ácido, dulce y fresco del pescado, este platillo ($16) cumplió su cometido de refrescar y satisfacer el paladar.

Aunque los mejores sushi de pega'o los he comido en Yinya's en la Central, el Spicy Tuna Pega'o de Budatai fue un apatecible bocadito en donde el atún perfectamente condimentado se derretía en tu boca como una mantequilla y, al masticarlo junto con el arroz pega'o, creaba una deliciosa amalgama de texturas y sabores en la boca. El ofrecimiento de sushi de Budatain pasó la prueba.

Vamos ahora a los platos calientes. Ordenamos los Pork Dumplings Guisados Served with Shaved Truffles (estos contenían amarillo y fueron cocinados al vapor) y los Veal Potstickers con una salsa de langosta y cebollines verdes. El primero destellaba sabores intensos, entre lo salado de la salsa y lo dulce del amarillo. El relleno de estos dumplings de cerdos era abundante y con los siete que nos sirvieron de estos muchachos ya empezamos a llenarnos. Llegaron luego los de ternera, en donde fácilmente se podía adivinar un sabor más discreto, recogido que los de cerdo. Esa dulzura natural de la carne de ternera y de la langosta lograron crear un plato refinado, de sabores específicos y ligeramente acentuados por la cocción que se les dio al sartén.

A este punto, con cuatro aperitivos (no olvidemos que los tragos eran gratis) los dos que ordenamos nos sentíamos satisfechos. Sin embargo, cuando este servidor vio en el menú un arroz frito con pato y amarillo tuve que ordenarlo, pero esto es algo en que caemos los sibaritas o, como nos dicen por ahí, los comelones. Este plato ($13) más que arroz frito, parecía un mampostea'o al estilo oriental: pegajoso, brillante, compacto. Con ingredientes como la salsa soya, el amarillo y la grasa del pato cualquier plato sabe rico y este fue el caso con este arroz frito. ¿Lo volvería a pedir? Quizás no, me iría con otro de los fideos o arroz (el Basmati Fried Rice with Shrimp ya me tiene meditando) que tienen en el menú, pero para una primera visita al Budatai estuvo más que bien. Y, si se fijan, con cuatro aperitivos y un arroz frito, dos adultos quedamos más que satisfechos por alrededor de $70. No es barato, ciertamente, pero ordenando inteligentemente o si lo que se quiere es salir de copas y probar algo diferente, Budatai no es un asalto a mano armada y pinta muy bien.

Este fin de semana, luego de las respectivas jarteras de Navidad, les traigo mis notas sobre Bar Gitano. Hasta entonces, buen provecho.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Carta Abierta a la Prof. Vivian Neptune de la compañera Ariadna Michelle Godreau-Aubert

"No es posible afirmar que la entrada al campus por parte de la policía, la subsecuente ocupación y el aviso de permanencia indefinida que la acompaña es normal."

(Reproduzco en este blog la valiente carta escrita por Ariadna, compañera de estudios en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, recinto ocupado de Río Piedras).

11 de diciembre de 2010


Carta Abierta a la Profesora Vivian Neptune, Decana Auxiliar de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico


Con el mayor respeto y consideración, entiendo que la Escuela de Derecho no está preparada para continuar los procesos académicos con normalidad. No es posible afirmar que la entrada al campus por parte de la policía, la subsecuente ocupación y el aviso de permanencia indefinida que la acompaña es normal. La normalidad no se alcanza mediante la costumbre o mediante un mero posicionarse en el hábito. Menos aún cuando se nos exige como estudiantes que asumamos la presencia de un contingente de policías, vehículos todo terreno, macanas, chalecos antibalas y armas de fuego como parte de nuestra cotidianidad estudiantil. Al igual que usted lo hiciera meses atrás, yo repudio cualquier intento de violentar o eliminar la Política de No Confrontación y me distancio de cualquier compañera o compañero administrador, docente o estudiante que así lo haga. Una mirada a la historia bastará para entender que, en este contexto, no estamos seguras ni seguros en el recinto. No están seguros nuestros cuerpos, nuestras mentes; no lo está el pensar que motiva la existencia misma de lo que concebimos como Universidad.

Al inventario de abusos y atropellos históricos que se dieron hace décadas en nuestro campus se suma la memoria cercana de los empujones, golpes, gas pimienta, macanazos que recibimos muchas y muchos hace apenas unos meses. Todavía tenemos miedo cuando atravesamos un contingente de policías; aun temblamos cuando escuchamos que la Fuerza de Choque está activada; aún miramos nuestros cuerpos y el de las compañeras y compañeros y recordamos el lugar exacto donde se nos intercambió una consigna o un acto de desobediencia civil pacífica por el insoportable ardor en la piel producto de los gases o un moretón provocado por una bota o una macana de un agente policíaco. Estuve allí, y puedo casi identificar cada espacio de brea que ocupó cada uno de nosotros mientras nos abrazábamos y llorábamos de la rabia e impotencia aquella madrugada nefasta en que docenas de oficiales policíacos, entre estos Fuerza de Choque, nos arrebataron la Universidad. Aún esa noche, profesora, en medio de un piquete masivo formado de centenares de personas y que ocupara la avenida en su totalidad hasta las tres de la mañana, creíamos que ustedes estarían de nuestro lado. Como hace apenas unos meses, como en aquella carta que usted escribió en repudio a las expresiones del Decano Roberto Aponte Toro, como en aquel momento. Eso forma parte de nuestro haber, profesora, irreductiblemente.

¿Acaso, esta vez, se nos invita a hacer caso omiso al precedente? ¿Tenemos que eliminar selectivamente el acontecer histórico y social que nos llevó a adoptar la Política de No Confrontación como uno de los estandartes más preciados de lo que ha de ser la Universidad? ¿Es este contexto uno tan particularizado, con garantías distintas, que justifique obviar lo ocurrido y amilanarnos a una ocupación indignante? ¿Podemos supeditar la seguridad física de las y los compañeros de la comunidad universitaria, TODOS, en pos de cumplir con un calendario académico? ¿Han de ser estas las aspiraciones, entiéndase calendarizar, asistir al aula de clases, cumplir con fechas, términos y horas contacto, tomar exámenes, las únicas que debemos avalar nosotras y nosotros futuros juristas?

No. No pueden serlo. No hoy. Jamás. Responder a estas preguntas en la afirmativa implicaría la negación de aquellos ideales particulares que me trajeron a la Escuela de Derecho. Es defender lo indefendible, cubriendo con el manto de la responsabilidad académica una responsabilidad social y más apremiante que nos rodea y nos exige participación activa. Desde cualquier postura, a favor o en contra de paros o huelgas, lo indefendible no deja de serlo a fuerza de dar la espalda y continuar como si nuestra Escuela estuviera ajena a lo que sucede en la Universidad. Las y los futuros juristas de la UPR somos parte de la UPR. A ella le debemos nuestro pensar, el debatir libre de restricciones internas o externas, la posibilidad de diferir sin miedo a la represión. Estas son nuestras cartas de triunfo. Para nosotras y nosotros son irrenunciables, cueste lo que cueste.

Por mi parte, la situación actual en la Universidad me parece dolorosa, angustiante y nefasta. Todos los días, cuando estoy con mis compañeras y compañeros en la Ponce de León y los veo luchar, resistir, dormir unas y unos sobre otras y otros, conocerse por vez primera y reconocerse estudiantes de siempre, me duele. De igual manera, siento vergüenza e indignación cada vez que me enfrento a una circular, una expresión, una citación que aminora y da un hálito ficticio de normalidad a la situación actual. Durante los últimos dos días, en la madrugada, me he cuestionado si entraría a tomar mis clases, si debería sentarme a estudiar, si debería hacer como el resto. Sabe, profesora, me basta mirar a mi alrededor, pararme en la avenida, contemplar lo que nos queda de Universidad, para que surja un “no” sin posteriores consideraciones.

¿Es ésta la misma Universidad que miraba cuando pequeña, cuando estudiaba en el colegio y comencé a ser parte de la comunidad riopedrense, durante mi bachillerato, cuando decidí entrar a Derecho? No lo es, profesora. En estos momentos, no podría serlo. No así, ocupada, invadida, violentada. Sin embargo, vivo convencida de que el aunar de apoyo de todos los que conformamos parte de la Universidad puede devolvérmela. Nos la puede devolver. Me gusta pensar que aquí estamos los estudiantes, que ahora lo que nos falta es que nos regresen nuestra Universidad.

Soy una estudiante que se ha destacado académicamente porque comprendo que estar en la Universidad también requiere un grado de compromiso y entrega a los estudios que no puede ser abandonado. Sin embargo, los estudios no son la razón que me movieron y me continúan dirigiendo a ocupar una silla en L2. En todo caso, son una razón más. El quehacer académico no se reduce a la asistencia a clases o a tomar un examen y sumar puntos a un promedio. El quehacer académico se dirige inherentemente a la posibilidad de crear un pensamiento crítico y defender aquellos valores que me trajeron a la Universidad, que me mantienen aquí no como una máquina capaz de memorizar doctrinas y requisitos, sino como un miembro activo, partícipe y ante todo solidario de mi comunidad universitaria.

Por todo lo cual, profesora, la entrada a un campus ocupado me parece inconcebible. En estos momentos, reafirmo que no entraré a ninguna clase que se imparta dentro de este recinto inundado de policías. En primera instancia, temo por mi seguridad física y la de mis compañeras y compañeros. No quiero ser cómplice de ningún derramamiento de sangre ni de esos hechos advertidos por una historia que amenaza con retornar para ensombrecer nuestro devenir universitario. Segundo, y más importante aún, no permitiré que mi capacidad de pensar, mi espacio de debate, ese que debe ser la Universidad, sea ocupado también. Ir a la Universidad en estos momentos es avalar las expresiones de un gobierno que afirma que acabará con la izquierda. En otros términos, implica apoyar la gestión para erradicar el pensamiento diferente que es siempre, por definición, radical. Eso es intolerable y contrario a los principios que se nos imparten en nuestra Escuela. No se trata de tener un proyecto ideológico particular, de paros o huelgas, se trata de mí, posicionada en la Universidad, con garantías suficientes de libre pensamiento y expresión. No apoyaré con mi presencia que el pensamiento sea carne de cañón en el juego de poder institucional. Jamás.

Entiendo el costo de esta decisión. No puedo afirmar que no tengo miedo. Lo tengo. Yo también tengo interés en terminar el semestre, mantener mi promedio, graduarme y culminar mi Juris Doctor. Quiero ser jurista. Quiero ser profesora. Quiero formar parte de mi Universidad, hoy y siempre. Pero entiendo que ese proceso sólo será posible caminarlo cargada de dignidad y de unos principios esencialísimos que se oponen a entrar hoy y ahora, en este contexto particular, al recinto riopredrense. Estoy dispuesta a asumir las consecuencias de mi pensar. Es precisamente esa la razón por la que no entraré al campus mientras esté militarizado: quiero, ante todo, poder tener la libertad de asumir las consecuencias de mi pensar.


Respetuosamente,

Ariadna Michelle Godreau-Aubert

martes, 7 de diciembre de 2010

Relación de hechos y altercados en la Asamblea auto-convocada de Derecho-UPR

A TODA LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA Y A LA ESCUELA DE DERECHO DE LA UPR

Este lunes 6 de diciembre de 2010 se celebró una asamblea auto-convocada por el estudiantado de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico. Dicho cónclave tenía como norte el discutir las posturas de los estudiantes ante las decisiones tomadas en la pasada Asamblea General de Estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. A saber:

1. La aprobación de un paro de 48 horas a celebrarse el 7 y 8 de diciembre.

2. La aprobación de un voto de huelga condicionado a la derogación de la cuota de $ 800, a celebrarse el 14 de diciembre.

La discusión y deliberación de los temas en agenda fueron elaborados de forma cordial y según el orden establecido por el procedimiento parlamentario y el reglamento de nuestra Escuela. El Presidente del Consejo, Manuel Natal, optó por un llamado a la conducta respetuosa y decorosa: En más de cinco ocasiones controló los indicios del debate caldeado e irrespetuoso.

No obstante, ya presta a culminar la Asamblea, varios estudiantes de nuestra Escuela decidieron comportarse de forma violenta y agresiva. Estos colegas insultaron, amenazaron y, como si fuese lo más natural, incitaron la violencia contra otros de sus compañeros. En el forcejeo, una de las concejales fue agredida en el rostro. La joven tuvo que salir a buscar hielo y sosiego ante la conducta violenta de estos estudiantes.

Luego de la Moción de Cierre, otro altercado se suscitó cuando los estudiantes entraron en un fogoso debate verbal con ex-alumnos de esta Escuela que, sin ningún motivo claro, asistieron a los predios de la facultad a apoyar a aquellos que incitaban a la violencia.

Todos estos hechos fueron sazonados con el ingrediente nuevo, la presencia de un cuerpo de seguridad contratado por la Universidad y, según fuentes, citada a las instalaciones de la Escuela de Derecho por miembros de su facultad.

Ante esta brevísima relación de hechos expongo a la comunidad de estudiantes:

1. Repudiar total e incondicionalmente actitudes retrógradas que incitan a la violencia en nuestra Escuela de Derecho y, en general, en toda la Universidad de Puerto Rico. Llegando a agredir a otros compañeros.

2. Repudiar la iniciativa de aquellos ex-alumnos que apoyan las manifestaciones violentas e irrespetuosas de algunos colegas.

3. Repudiar el uso innecesario de un cuerpo de seguridad, ajeno a los procesos universitarios, y convocado por la propia facultad de nuestra Escuela.

Por todas estas razones exhorto a todos mis compañeros de la Escuela de Derecho a que secunden este reclamo y no permitan que estas actitudes dominen nuestro ambiente de estudio. Parece mentira que luego de criticar los procesos deliberativos en la Asamblea General de Estudiantes, tildándolos de violentos e intimidantes, nuestros estudiantes adopten una postura similar.

(Enviado y redactado por el amigo, compañero de Derecho y escritor, Nelson E. Vera Santiago. Pásenlo pa' lante).

jueves, 2 de diciembre de 2010

Cuotas, huelgas y el Titanic en La Acera

Ayer Facebook se vistió de cintillos negros luego de la Asamblea de Estudiantes celebrada en la pista de la UPR-Río Piedras. El luto invadió mi página de amigos y eso, que yo no suelo añadir a elementos de la derecha ultra radical que quiere destruir a la universidad. No me quiero poner aquí a ser excluyente pero la mayoría de mis friends en Facebook son de centro-izquierda, personas altamente preparadas y brillantes. Me sorprendió ver tanto luto por el descontento. Así que animado por las observaciones y conversaciones que he tenido muchas veces en privado, tuve que lanzarme a escribir esta pequeña entrada en La Acera: Cuotas, huelgas y el Titanic.

martes, 23 de noviembre de 2010

Que me censuren el...

" 'Bicho es'...me encanta esa expresión". -Twittecata anónima.

Penita pena

No sé si se acordarán que para finales de la década de los 90's, Franco de Vita sacó ese mega exitazo de las ondas radiales, Manuela. Una canción dedicada a la mejor mano del mundo: la de cada uno de nosotros. La Manuela sonaba a toda hora y en casi todas las emisoras. Hasta Radio Oro llegó a transmitir una versión instrumental. En aquel entonces, la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones (JRT) no reclamó nada y todo el mundo se reía de lo lindo o recordaba sus mejores momentos con Manuela, algo que si bien no provocaba risas por todo lo alto, por lo menos traía a los labios una leve sonrisa de satisfacción.

Una década más tarde, Calle 13 también nos invade de gozo y lo mostramos con risa. Usamos los labios. Pensamos en la boca. Y al parecer la doña Sandra Torres de la JRT no le gustó reírse con las sandeces de René y su combo. Obscenidad, reclama doña Sandra. Protección para los oídos castos del buen pueblo puertorriqueño. Exige con la poca autoridad que tiene que ella hará llegar a la FCC las quejas de los boricuas indignados, preocupados, básicamente violados, por la "poesía" urbana de Calle 13.

Las palabras y acciones de doña Sandra dejan entrever la inutilidad de su cargo. Ella sólo podrá remitir esas quejas a la FCC porque su puesto (y el resto de Puerto Rico) no tiene poder para censurar las ondas radiales. Doña Sandra y toda la derecha fascista de este gobierno de Fortuño se salieron con la suya en Educación, pero las Comunicaciones, espérate, que eso es campo ocupado federal. Por más que quieran censurar no van a poder. Un amague de censura, qué lindo. Y más hermoso es saber que Univisión tiene más poder que el gobierno del ELA.

"Que no sepa tu mano izquierda lo que haga tu derecha"

Es solo una metáfora, eso de venirse en bocas de alcaldes. Y dependiendo de la dexteridad tuya y de tu pareja, muchas veces ambas manos ni se dan cuenta. Calle 13 alardea de su "poesía del oprimido" y la poesía, como todo político sabe, es "inofensiva". Digo, para los políticos populares es inofensiva (Bhatia on my mind), porque para la derecha fascista de Fortuño, Santini y Schatz es una amenaza a su reinado puritano de valores y promesas de hombre. El alarde de la derecha PNP es más patética que cualquier otra: son mayoría, no paran de babearse al decirlo, pero al final son unos cobardes. Ajenos al diálogo, huyen del debate. Nerviosos a dar la cara, se reúnen a espaldas del pueblo. Ineptos en su toma de decisiones, se escudan detrás de la macana. Le temen al pueblo, al consenso y al disenso.

Ahora le temen a Calle 13 y gracias al arreglo colonial que apoyan desde sus pequeños puestos no pueden censurarlo por más que quieran. El colmo del arrodillado.

Le temen a Calle 13 y a su lírica mala. Se sienten amenazados por palabras que es lo más triste. Y, a la vez, lo más revelador. El lápiz, ya se ha dicho, es una máquina para matar fachos. Y aunque todos sepamos que las acciones de Calle 13 se distancian (muy irónicamente) de lo que canta y habla (no sé tú, pero yo me quedé esperando los huevos de René en el video ese de las monjas), hay que defender la libertad de expresión, el libre pensamiento y la música (que es arte) en todas sus expresiones.

Ya una vez lo dije, pero hoy lo vuelvo a repetir: ojalá todos los cafres fueran como Calle 13.

"Digo lo que pienso".

martes, 16 de noviembre de 2010

Quinoa Fields Forever en La Acera

Un tour por Lima con todo y cumbia. Gracias a Renato, que en algún momento le escuché la frase que le da título a este cuento.

Aquí el éxito del verano pasado en las playas sin palmeras limeñas:

lunes, 15 de noviembre de 2010

Como si no fuera suficiente: Otro saqueo a la UPR

ALARMA PARA TODO EL ESTUDIANTADO DE LA UPR

La Cámara de Representantes de Puerto Rico está presta a enmendar el Artículo 10 del P. de la S. 1895 el cual dispone que:

Artículo 10.- Los dineros que ingresen al Fondo creado por virtud de esta Ley provendrán del diez por ciento (10%) de los ingresos netos de las operaciones de la Lotería Adicional computados según dispone el Artículo 14 de la Ley Núm. 10 de 24 de mayo de 1989, según enmendada, y luego de cubiertas las partidas mencionadas en dicho Artículo.

LA ENMIENDA BUSCA BAJAR LA PORCIÓN QUE RECIBIRÁ LA UPR A UN 4%. O sea, millones de dólares que originalmente estaban intencionados a las arcas de la UPR se quedarán en el aire.

Pasa esta información a todo el estudiante que conozcas que se verá afectado.


(Gracias al Ficciólogo, amigo de derecho y escritor, Nelson E. Vera Santiago por pasarme esta información.)

viernes, 5 de noviembre de 2010

La maravillosa ternura del pavo en La Acera


Aunque estemos en el Caribe se respiran aires otoñales. Noviembre equivale a pavo, no importa cuán puritanos o tragafuegos seamos: en Puerto Rico se come pavo en este mes más que en cualquier otro y punto. En celebración de este mes y sus vicios del pseudo otoño capitalista, compartí con La Acera un cuento que hace un año publiqué inicialmente en La tribu. El mismo ha sido reeditado y creo que ha alcanzado su madurez definitiva. Espero que lo disfruten aquí.

Un abrazo en gravy y batatas caramelizadas.

domingo, 24 de octubre de 2010

"Yo no soy ningún cafre". -Calle 13


René Calle 13 hace aquí su alegato de por qué no es cafre. Pendientes al seg. 0:33: #unsaludito "a la gente con los ideales bien para'os".


Yo no le veo la noticia al asunto porque, ¿qué tiene de malo ser cafre? Calle 13 se comporta como uno, viste como uno y se expresa como uno. Que sea de izquierda y apadrine a los pobres del mundo en sus canciones (y cuanta otra justa causa social existente) no lo hace menos cafre. De hecho, ojalá hayan más cafres como él, ¿no? ¿O es que acaso ser un malhabla'o con conciencia y hacer cosas "creativas" es sólo para los artistas más 'intelectuales', acomodados (aunque muchos se canten pobres y comunistas sólo pa' hacer el show) y 'locos' que pululan como caculos en La Respuesta y El Local?

En todo caso los más cafres son los políticos de este país, por más grados y experiencias perfumadas que tengan. Calle 13 puede hablar sandeces y rimar como un niño de primaria, pero no le hace daño a nadie, muy diferente a lo que este y otros gobiernos le han hecho al país. Así que Calle 13, tranquilo. No le tienes que dar explicaciones a la clase politiquera de este país. Eres lo que eres y siéntete orgulloso, pai.

sábado, 23 de octubre de 2010

12 Consejos de Bolaño

Mi amigo Renato Zeballos es un tigre con verbo de cóndor. De vez en cuando --y esto es pura suposición mía-- cuando la mañana o el día se vuelve pantanoso, él entra al Facebook y sube unos versos, microcuentos o pequeños relatos que tienen el efecto de atraparte. Aunque tome sólo unos minutos leerlos, esas grandes alas de imágenes y palabras que surcan desde Lima llegan a acaparar mi mente por varios días. Entrar al Facebook, pues, toma nuevos matices; depende de la hora del día, esta red social puede convertirse en una gran antología o enciclopedia.

En esta misma honda y hace unos dos días, Renato se topó en el blog feederico.com con este pequeño escrito del chileno Roberto Bolaño y lo compartió en su muro. Ahora me toca compartirlo con ustedes en mi blog. Cierto, no lo escribió Renato, pero algo de la locura del Boñalos siempre ha estado dentro de la cuentística de mi amigo.

12 Consejos de Bolaño para escribir cuentos

"Como ya tengo 44 años, voy a dar algunos consejos sobre el arte de escribir cuentos.

1) Nunca abordes los cuentos de uno en uno, honestamente, uno puede estar escribiendo el mismo cuento hasta el día de su muerte.

2) Lo mejor es escribir los cuentos de tres en tres, o de cinco en cinco. Si te ves con energía suficiente, escríbelos de nueve en nueve o de quince en quince.

3) Cuidado: la tentación de escribirlos de dos en dos es tan peligrosa como dedicarse a escribirlos de uno en uno, pero lleva en su interior el mismo juego sucio y pegajoso de los espejos amantes.

4) Hay que leer a Quiroga, hay que leer a Felisberto Hernández y hay que leer a Borges. Hay que leer a Rulfo, a Monterroso, a García Márquez. Un cuentista que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela ni a Umbral. Sí que leerá a Cortázar y a Bioy Casares, pero en modo alguno a Cela y a Umbral.

5) Lo repito una vez más por si no ha quedado claro: a Cela y a Umbral, ni en pintura.

6) Un cuentista debe ser valiente. Es triste reconocerlo, pero es así.

7) Los cuentistas suelen jactarse de haber leído a Petrus Borel. De hecho, es notorio que muchos cuentistas intentan imitar a Petrus Borel. Gran error: ¡Deberían imitar a Petrus Borel en el vestir! ¡Pero la verdad es que de Petrus Borel apenas saben nada! ¡Ni de Gautier, ni de Nerval!

8) Bueno: lleguemos a un acuerdo. Lean a Petrus Borel, vístanse como Petrus Borel, pero lean también a Jules Renard y a Marcel Schwob, sobre todo lean a Marcel Schwob y de éste pasen a Alfonso Reyes y de ahí a Borges.

9) La verdad es que con Edgar Allan Poe todos tendríamos de sobra.

10) Piensen en el punto número nueve. Uno debe pensar en el nueve. De ser posible: de rodillas.

11) Libros y autores altamente recomendables: De lo sublime, del Seudo Longino; los sonetos del desdichado y valiente Philip Sidney, cuya biografía escribió Lord Brooke; La antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters; Suicidios ejemplares, de Enrique Vila-Matas.

12) Lean estos libros y lean también a Chéjov y a Raymond Carver, uno de los dos es el mejor cuentista que ha dado este siglo."

Entrada original aquí.

martes, 19 de octubre de 2010

La Caperucita Rubia y el Lobo Feroz

Los hombres latinos tenemos una debilidad por las rubias y si son gringas pues aún mejor. Es como estar inconscientemente manchando su blancura imperial con nuestra mezcla de razas tercermundista. Pelo pasita, rizo o raspacoco, no importa, lo importante es que seas medio brown y que no manejes bien el inglés. Es el truco viejo del lobo: que no la entiendas para que, acercándote, la escuches mejor. Ni Caperucita con toda su inocencia se salvó y esta estudiante de periodismo por poco no se salva de las fauces de uno de los nuestros, Jorgie "Lobo Feroz" Navarro. ¿Para qué llamarle bellaco (como lo han hecho en la blogósfera y las redes sociales) si la mayoría en este país es uno? Pongámosle mejor ese lindo apodo, igual de infantil que sus explicaciones al mediodía de hoy. (Actualización: el miércoles 20 de octubre Navarro finalmente se disculpó con el pueblo, luego de haberse negado a hacerlo en la víspera. ¿Presiones político-morales del Gobernador Fortuño? You bet.)

Este no es sino el más reciente caso de la doble moral que aqueja al país. Hay varios aspectos que me preocupan. Primero, la dimensión de vergüenza general que siente el puertorriqueño cuando barrabasadas boricuas salen en la televisión norteamericana. Al igual que con el llamado megaoperativo de hace dos semanas, en este país se sufre más cuando nuestro papá nos viene a regañar. Esto quiere decir que estamos inoculados con sentir si quiera algún tipo de vergüenza cuando situaciones parecidas ocurren entre nosotros. "Es parte de la fauna boricua", se excusan algunos. "El puertorriqueño es así, charlatán y buscón", es lo que decimos y al decirlo se hace realidad. Son cosas de familia que hay que simplemente dejarlas ser.

Esto lleva a mi segunda preocupación: si el boricua es esto y lo otro, ¿entonces por qué tanto revuelo con una conducta netamente orgánica? Jartarse a palos en cada oportunidad y bregarle
heavy a las mamis, ¿acaso no es 100% puertorriqueño? Y esto no es un comportamiento de las comunidades de bajos ingresos y pobre educación, esta es la conducta general del puertorriqueño a cualquier nivel. Dentro de este apartado sale a relucir la manera simplista en que gran parte de la blogósfera boricua ha tratado esta noticia. El internet boricua muchas veces funge como lo peor de la prensa amarillista. Escándalo, es un escándalo. Aparte de que tuvo la malapata de que su intento de amor a la boricua quedara grabado, ¿qué otra cosa hizo este señor que otros, inclusive, los que hablan buen inglés, no hayan hecho?

Aquí es entonces que vienen los otros puntos de discusión que sí cubrió la otra parte de la blogósfera y algunos reportajes de prensa. Jorge Navarro es, no sólo un representante del pueblo puertorriqueño, sino una persona casada descrita en su perfil legislativo como una persona que "siempre ha visto el servicio público como una vocación de amor y respeto al pueblo. Jorge es un hombre de convicciones y metas altas. Fuera de la Legislatura, Jorge es un hombre sencillo, padre, fanático de los deportes y de la naturaleza." Y, cabe añadir, de parties bien mostros pagados por sponsors.

Padre de familia y deportista, esta persona de "metas altas" también cree en la "alta meta" de la estadidad para Puerto Rico. Para lo que nos leen de otros países, entiendan que esto es otra razón por la que este intento de ajosicarse a una rubia tuvo el efecto mediático que ha tenido: la prensa en este país le encanta pelar a los militantes y políticos proamericanos que quieren ser parte de EE.UU. pero no saben hablar inglés. Según los humoristas de El Ñame, Navarro es tan incompetente con este idioma que no sabía ni decir 'no'. Vale la pena recordar al Senador Roberto Arango, también del PNP, haciendo de las suyas con El Difícil a principios de año.

Luego de este análisis inicial tenemos la siguiente configuración de este lamentable personaje: Jorge Navarro es tan bellaco como cualquier otro puertorriqueño sepa o no hablar inglés; le gusta la bebida como a la mayoría de los boricuas; es otro político más de derecha que procura imponer unos "altos" valores mientras él mismo los barre por el suelo porque "estaba fuera de sus funciones legislativas". Este perfil da justo en el blanco de los problemas de género y de solidaridad que afectan a las sociedades post-industriales (aunque Zizek teorice lo contrario) de consumo en masa. Me explico.

Hombres y mujeres caen en el consumo del cuerpo y la apariencia como mera comodidad que hay que poseer. Hay mujeres tan bellacas como los hombres; hay mujeres tan machistas como los hombres y esto, claramente, no está resolviendo nada. Al entrar en este círculo de que el hombre es más macho al acostarse con más mujeres y la mujer menos pendeja al acostarse con más hombres, estamos alimentando los mismos tipos de prejuicios de género y atentando contra algo que se llaman valores. Sí, es una palabra difícil porque decirlo en estos momentos puede provocar una violenta respuesta de los más progresistas, pero tampoco podemos ir proponiendo una sociedad que carezca de valores.

La heterogeneidad de una sociedad puede llegar a una serie de valores inclusivos que se fomenten sin incidir en la intimidad de las personas o sus estilos de vida. Una cosa es hacer las payasadas que hacen los políticos, sobre todos los conservadores, de oponerse a medidas legislativas por valores religiosos y morales, mientras en sus vidas privadas son pedófilos, hostigadores sexuales y sepa uno qué otras cosas más. Otra, sin embargo, es proponer y provocar un diálogo en que todos los sectores de la sociedad se pongan de acuerdo en un conglomerado de valores comunes y necesarios para construir un país más justo y solidario.

El rampante indvidualismo y el consumo como meta de vida socavan valores tan elementales como la honestidad, la empatía y la solidaridad. La moral de pacotilla y las reglas sociales arcaicas contribuyen de igual manera a que las personas dejen de ser auténticas y claudiquen ante la presión social de ser como otros quieren que sean. Y esto es, precisamente, el propulsor interno para que el policía haya aceptado la trampa de los federales, el abogado haya aceptado jugar sucio para ganar el caso y para que el "Lobo Feroz" Navarro y otros políticos hipócritas como él digan una cosa y luego hagan otra; la doble vida de Jorgie Navarro...como la doble vida de muchos otros, incluyendo los que se llenan la boca de "ah" y "oh" ante tan patética noticia.

El excepcionalismo boricua, la noción ya convertida en realidad de que aquí siempre se hacen las cosas al garete y el más joseador es el que gana, se tiene que acabar. El problema es que este cuento de hadas se ha quedado por mucho tiempo en el disco rayado de nuestro inconsciente. Y andamos como país al igual que dos de los tres cerditos:
pasándola bien y solamente buscando la salvación cuando ya no queda nada más que salvar.

lunes, 18 de octubre de 2010

Clase

Entro al salón y a veces no reincido en el asiento de la vez anterior. No me importa. La sala es bastante amplia para que ningún estudiante se quede de pie. La profesora tarda unos diez, quince minutos en entrar e iniciar la clase. En la espera hablo con algunos de los compañeros, enciendo mi computadora y ya pienso en qué haré luego que salga de aquí. La hora y pico de clase se extiende mucho más que el horario acordado porque el tema --en realidad la gran mayoría de ellos en esta Facultad-- tiende a ser técnico y al así serlo, no queda otra sino de catalogarlo como aburrido. En el aburrimiento de esta clase es donde decido a hacer cosas que luego no hago. Me quiero comprar un auto, por ejemplo, y pienso en la independencia que adquiriría al tener una cuenta que deba con el banco. Pienso en mudarme lejos de Bayamón y lo más cerca al mar. Las playas, la desnudez controlada siempre pintan un mundo mejor.

Las ideas están llegando como bandadas de gaviotas. Una idea equivale a mil horas de vuelo. Así me la paso en la clase, volando.

Salgo y llego hasta otras orillas. Me detengo, examino el aire, el sabor de las cosas. Cualquier cosa es mejor que estar atendiendo legajos indescrifrables de angustias legislativas. Una vocecita me dice que no nací para esto. ¡Qué mucha razón tienen esas vocecitas! Yo la secundo, pero sé que hasta nuevo aviso no hay escapatoria. Vuelva otro día en que los cambios sí sean posibles.

Se me ocurre sacar a la gente mediocre que habla por la radio. Hay una diferencia crasa entre un analista de verdad y un analista de la radio. El último analiza para una audiencia; el primero para todos. Yo quiero más al primero aunque nadie después lo quiera.

Me parece chulísimo unirme a una masa de gente que con violencia irrumpa en la legislatura, los tribunales, La Fortaleza a saquear los archivos, tirar las sillas y monitores por las ventanas, romperle la cara a malletazos a dos o tres y proclamar que ahora sí, el pueblo va a legislar, adjudicar y ejecutar. ¡Revolución! Gritarán unos. ¡Anarquía! Llorarán otros. Nada de eso, quizás y sólo quizás, un fútil intento de rescatar lo insalvable.

Quiero publicar un buen libro. El problema es que tengo que escribirlo primero. Las hojas sueltas que he dejado por la vida son objetos casi extraviados y en muchos casos inconclusos. No ha sido falta de tiempo ni espacio, sino falta de tinta o, en el peor de los casos, de lápiz.

Vivir en otros países siempre ha sido mi debilidad. Buenos Aires, Nueva York, Lima, Barcelona, Shanghai (sí, si me voy a China la primera ciudad en que viviré será Shanghai). Imagino en qué barrios viviré, qué platos aprenderé a cocinar, con cuantas chicas lograré acostarme y quién rayos me dará trabajo. Expectativa. Incertidumbre. Lo desconocido suena maravilloso cuando vivimos en lo conocido. Necesito uno, dos, tres días de descubrimiento, unos Días de la Raza, Hispanidad, de Colón, de lo que quieran, solito para mí.

Alguien alguna vez pensó que viajaba mucho para salir de casa de mis padres. Y sí, esa persona tenía razón. Y ahora puedo, ahora estoy más cerca de conseguirlo. Y no tan sólo de mis padres, sino de toda esta Isla. Para salir de la imbecilidad a la que nos hemos tirado de pecho. El problema es que siempre el amor derrota a la imbecilidad.

En todas estas ideas pienso hasta que noto que en mis apuntes de clase se confunden los casos que se discuten con estas ideas peregrinas mías. Debajo de los temas de clase se encuentra mi lista de cosas que nunca haré y luego las impresiones de una comapañera sobre un artículo de de una ley. Me desconcierto un poco y rápidamente me pregunto si a otros compañeros les pasará lo mismo, si dentro de una misma oración un reflujo mental inrrumpe el proceso normal de raciocinio o si yo soy el único, el que ya ha olvidado controlar su mente. Mis ideas. Estas manos que a veces escriben lo que le plazca.

Imagino de todo menos lo que realmente haré luego que se acabe esta clase. (Tan difícil imaginar algo tangible cuando te mueves obligatoriamente en el mundo de las percepciones). Y por eso, cuando llega el momento nunca hago nada y me tomo una siesta que es mucho mejor que gobernar o dar una clase tan mala como ésta.

domingo, 10 de octubre de 2010

La tribu contraataca y La Acera

Nueva Colonia de la Cafrería en Facebook

Ni hace una hora y en la mejor tradición de la era de los descubrimientos, esta Tribu ha conquistado un reducto en el Imperio del Facebook. Pero contrario a aquella época, marcada por el genocidio, esta ocupación ha sido perfectamente negociada. "El beneficio será mutuo", se ha publicado en La Gaceta Oficial del Facebook. De esta manera se reclama para las huestes de nuestra tribu un espacio más para la prestigiosa cafrería que destila este blog.

Aplaudimos esto como un triunfo, mucho más grande que el del megaoperativo de la semana pasada, en el que básicamente el FBI tuvo que terminar el trabajo que el NIE había comenzado y, a la vez, engavetado con una tranquilidad como con la que McClintock nos dijo, desde Barcelona que, en efecto, Puerto Rico está ya recuperado del desastre financiero mundial.

Con el mapa geopolítico cambiando de esta drástica manera, les exhortamos a que contribuyan de su tiempo y hacienda cibernética para hacer del Facebook, esta tribu y estos largos ratos donados a las computadoras uno mejor. Dénle 'Like' a la cajita de Facebook que encontrarán a mano derecha. Si así no lo quieren, pueden dejar un comentario explicando las razones por las que se oponen a este nuevo giro estratégico. Y a lo mejor, de este modo, podamos entrar en negociaciones para invadir el Twitter o el muy comentado Diaspora.

La Acera

La última entrega de la crónica sobre D.C. y sus restaurantes salió ayer en La Acera. Lo próximo es una crónica de la Isla de Mona. Pueden ver las primeras fotos de la Mona sólo en la página de Facebook de La tribu de los cafres. Y sí, para eso tienes que darle a 'Like'.

jueves, 7 de octubre de 2010

La colombiana RCN Radio entrevistó en exclusiva al nuevo Premio Nobel

Los que siempre admiramos a Vargas Llosa por, ante todo, su calidad como escritor y peso intelectual, estamos de fiesta. Los que también somos peruanos y latinoamericanos más aún. Un gran logro para el continente y un maravilloso regalo para estos momentos en que el Perú está escribiendo historia a nivel regional e internacional.

RCN Radio fue el primer medio en entrevistar a Mario Vargas Llosa luego de anunciarse el premio.

Y aquí está la primerísima entrada de este blog, en donde hablo sobre mi primer encuentro con MVLl mientras estudiaba en Georgetown. Días después pudimos dialogar en diferentes foros y me autografió La Fiesta del Chivo.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Hipocresía general en el operativo más grande en la colonia más antigua

Bravo.

Por el megaoperativo, claro. Por eso y por el número de personas detenidas. Números: es lo que realmente busca el pueblo. Que los administradores de la colonia no se llenen la boca de teorías, argumentos y razones. Escupan eso. Llénense el buche de otras cosas: numbers, baby. Hay que afinar la voz con estadísticas y 133 o los que fuesen es una cifra hermosa. 133 menos equivale a más seguridad. 133 menos equivale a que el resto de nuestra Policía está derechita, incólume, lista para el servicio y la honestidad. 133 menos equivale a que este gobierno está haciendo las cosas bien y que la Guerra contra las Drogas es un hit. Un número grande acompañado de la palabra "histórico" y tenemos un #TriunfoÉpico. Tweet-tweet.

Falta mucho por hacer, dicen los administradores y les creemos. El que se desvíe le espera un castigo seguro: es lo que demuestra este operativo. Es cierto. Sanchita nos dice esto y Eric Holder nos felicita en español. El Gobe se aguanta las ganas de hacer una fiestecita en Fortaleza por tan lindas palabras del negrito ese. La celebridad invitada no sería otra sino que la mismísima Evelyn Vázquez. El Día del Buen Trato es otra genial manera para darnos más seguridad y paz; como la Policía en los caseríos y la Guardia Nacional cogiéndose la ride con los azules.

Pero habrá algunos que con estos números se detendrán a pensar las cosas con más calma. Después de todo, por su propia naturaleza, siempre hay algo raro cuando las cifras no cuadran. Estas personas, que son las que siempre critican todo lo que hace el gobierno, van a preguntarse: ¿133 nada más de una operación que genera cerca de $15 mil millones al año y con una red internacional de producción y distribución? $15 mil millones vs. ¿cuánto es que le iban a pagar a estos pelagatos por mover la droga?

Y otros se preguntarán lo mismo y estarán clamando por el fin de la Guerra contra las Drogas, lo que apoyo como un replanteamiento de una estrategia fracasada que ha multiplicado el crimen y reducido las oportunidades de los pobres. La gente lo sabe, gente bien buena; gente de arriba y gente de abajo. En el gobierno, en la medicina, en las librerías, en las escuelas, en la huelga.

Los malos son los pejes grandes que no caen, esos son los malos y 133 es un chiste.
Pero mientras, vamos a pedir delivery de lo que tú quieras, papi. $75. Total, yo le doy Like a los derechos humanos en Facebook, me sumo a la campaña a favor del aborto y después a un nevadito. $25. Déjame leer el periódico con una nota antes de salir a trabajar. $15. El médico se jarta con $100 al día, pero hace una estupenda labor en el hospital. El estudiante se empepa en el carro y, loco, ¿viste como sacó A? Y se ganó $40 porque repartió un poquitín a otros más. $75 + $25 + $15 + $100 + $40 también es matemática. Y cuadra.

Pero siempre es más fácil contar los del otro que contar los de uno.

Bravo.

jueves, 30 de septiembre de 2010

El grosor de mi wallet en La Acera

Ya me dijeron riquito en un comentario de un anónimo en La Acera. Obviamente no es la primera vez que me lo dicen. Esto de escribir sobre comida trae cositas como éstas.

El comentario me pareció gracioso ya que las personas que me conocen saben que puedo ser cualquier cosa menos riquito. Ahora, sin embargo, las probabilidades de que me vuelvan a decir riquito o blanquito (que en este país casi siempre suele ser lo mismo) son mucho más altas a partir de la publicación de la tercera entrega de mi crónica de Washington, D.C. ¿Por qué? Pues porque hablo de comida. Duh! Porque fui a un montón de restaurantes y ahora me dio la gana de hablar de ellos. Porque sobre la mesa no perdono. Porque cada vez que tengo un rato libre de la eterna tormenta del Derecho, me pongo a leer sobre comida, a ver el Food Network, el Canal Gourmet. Porque leo más la sección de comida del HuffPost que cualquier otra.

Entiendo por qué las personas que me leen sin conocerme personalmente puedan caer en descartarme como un simple ricachón. Algunos de mis amigos más cercanos, inclusive, me han descrito como bon vivant y hedonista. Y puede que tengan algo de razón pero, claramente, el hecho que ellos me perciban así o, digamos, que yo sea así no crea una correspondencia automática a que yo tenga chavos con co...

No es así de fácil bróder.

Es difícil hablar de ciertos actos que son considerados como placeres absolutos. Sobre todo, es difícil cuando tienes un poco de conocimiento especializado sin haber tomado clases, sin venir de una familia de chavos. Les duele que no seas del establishment y te le sientes al lado a comer mejor que ellos sin pagar un centavo. A ver como la comida ha pasado de ser una mera necesidad a un espectáculo equivalente a conciertos de rock.

Lo cierto es que comer, en su esencia, no deja de ser un momento de comunión. Y la gente de estos U.S. and A está reaprendiendo lo que en Europa nunca dejaron de hacer. Fue una tragedia y todavía lo es en EE.UU. y en Puerto Rico que muchos hayan olvidado lo delicado que tiende a ser la comida, específicamente su preparación en arás de acelerar el motor capitalista. Un motor que depende de los productos alimenticios extremadamente procesados haciendo desaparecer la conexión natural que el consumidor debe tener con los productores, los animales y las mismas plantas. Todo esto se pierde en mecanismos diseñados para alargar la vida del alimento y abaratar su costo alimentando a más por menos. Y en el capitalismo, como lo barato sale caro, pues la marginación del pobre se traduce a una marginación alimentaria.

Yo sigo siendo un sibarita, es cierto, pero el serlo no es razón suficiente para que se me proscriba opinar sobre las vastas desigualdades tanto en la mesa de comer como en la del poder. El problema lo tienen esas personas que les sabe a mierda todas estas verdades.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Juan, el Loco

Sin intención de ofender la memoria de un ser que pasó a la inmortalidad y a quien conocí e interactué con él en múltiples ocasiones, me parece que no hay mejor título para un texto que intenta celebrar la arriesgada vida de don Juan Mari Brás que éste.

Loco, como la derecha puertorriqueña lo retrató hasta demonizarlo como un hijo postizo de Fidel Castro (recuerdo un volante que la avanzada del PNP de Bayamón dejó en los buzones de mi urbanización, con una foto de Mari Brás, Gallisá y Rubén, cual entes malignos, advirtiéndonos de la hecatombe que ellos tres representaban para Puerto Rico): comunista, antiamericano y, lo peor de todo, solidario.

Loco por fundar movimientos, partidos, congresos; por apoyar a los estudiantes y a las mujeres; a los movimientos antiimperialistas del mundo entero; por viajar con rumbo incierto por la Europa socialista para buscar apoyo internacional al caso de Puerto Rico.

Loco, como lo llamaron en algún momento en el PIP por sus posturas de extrema izquierda, en nada cónsonas con el socialismo puertorriqueño "light" que pretendían profesar los líderes de ese partido.

Loco por querer llevar a cabo "experimentos jurídicos" inteligentes y creativos para así retar los límites de nuestra enredadera colonial.

Loco por sensibilizar la lucha revolucionaria sin el vacío de la venganza ante el vil asesinato de su hijo, Chagui.

Loco por buscar la convergencia y la unión independentista.

A Juan lo enteraron el domingo en su Mayagüez del alma a sus 82 años. La única vez que fui a su casa, hace tres años, él se bajó de la Pathfinder verde que manejaba y nos enseñó a mí y a Rafy Anglada la espectacular vista desde la loma donde situaba su casa: abajo y tomando todo el horizonte frente a nosotros, se encontraba destellante por el sol de las tres de la tarde el Canal de la Mona, ese brazo de mar que nos unía con el resto de las Antillas.

Desde la muerte de Mari Brás, sin embargo, la vista ha cambiado. Antes que él, Lolita se nos había ido y el resto de los líderes del independentismo de la vieja guardia en algún punto, más temprano que tarde, también se van a ir. Pensaba en esto y escuchaba los llamados a la unidad independentista de Juan Raúl al lado del féretro de su padre. Recuerdo la habladuría que surgió luego del fallecimiento de Lolita; recuerdo los intentos, los gritos, más bien, de diferentes voces del independentismo de que hacía falta la convergencia, el marchar juntos, todo esto, luego del ajusticiamiento de Filiberto en 2005.

Estamos en el 2010 y me pregunto, ¿cuántos líderes independentistas más hace falta que mueran para lograr la unidad tan deseada?

Días antes de la muerte de Mari Brás el PIP ya le había declarado la guerra al nuevo movimiento soberanista, el MUS, inclusive, antes que el mismísimo PPD reaccionara (todo luce indicar que los populares han preferido ignorarlo ante la torpeza de definirse ideológicamente entre ellos mismos). Y cuando se nos murió otro patriota más, el Juan Rául esgalilla'o y lloroso pidiendo ante la plana mayor del independentismo la unidad, el resultado más patético y bochornoso, la única respuesta a ese llamado fue una sonrisita falsa del líder verde.

Mucho ha cambiado el paisaje desde aquella tarde de hace tres años frente al Canal de la Mona. Estuvimos en su casa reunidos para trazar parte de la estrategia internacional de cara a una nueva ronda de audiencias ante el Comité de Descolonización. Inspirado por el trabajo y gesta de grandes abogados como Mari Brás, Noél Colón Martínez, Wilma Reverón y Rafy Anglada, decidí entrar a la Escuela de Derecho en 2007. Este agosto me gradué y ayer, en los pasillos de esa misma Escuela, mientras hablaba con un compañero de segundo año sobre la muerte de Juan Mari y la unidad independentista, él, sin tapujos, corrigió mi pregunta sobre cuántas muertes más harían falta y me dijo: "Para que se una el independentismo, todos los líderes atornilla'os se tienen que morir". Desarmado y reconociendo la verdad de su aseveración, no me quedó otro gesto más que sonreír.

La tribu errante