miércoles, 29 de abril de 2009

En la tribu de las tesis

En esos viajes nocturnos que hago por el ciberespacio me topé ayer con que mi blog había sido citado en el trabajo de tesis de una estudiante de la Georgia State University.  Ashley Elizabeth Wood, en su trabajo, EL REGUETÓN: ANÁLISIS DEL LÉXICO DE LA MÚSICA DE LOS REGUETONEROS PUERTORRIQUEÑOS, se paseó por La tribu de los cafres a la hora de analizar la palabra 'cafre'.


La tesis todavía no se ha presentado, esto ocurrirá este próximo mes de mayo para que le otorguen a Wood su Maestría en Artes.  Y La tribu está contenta, está que arde.  No es noticia, claro, que los blogs se cuelen en el ámbito académico, en Puerto Rico tenemos a los blogsfesores y en la Escuela de Derecho contamos con derechoalderecho, administrado por varios profesores de esa facultad.  Pero eso sí, creo que es un hito que te citen en un trabajo por tu explicación y uso de esa tan irreverente, tan curiosa palabrita nuestra que le da nombre a este espacio y a otros cientos de lugares más.

viernes, 24 de abril de 2009

Les dije adiós en abril


Cuando recibí la noticia que encabezaría la misión en el desierto me despedí del agua y sus gotas, del aire húmedo de mis bosques de nubes y de la lengua tersa y mojada con la que la lluvia moja mis ropas.  En el desierto me espera la luminosidad del sol y el sueño de los ojos; el frío de las noches y los dátiles con leche de camello.

Le dije adiós a mis amigos y a mis perros, junto al resplandor del mar, de los embalses y de las ventanas pintadas de huracanes que ya no me acompañarán porque en su lugar habrá arena: minúsculas partículas que evidencian la edad del tiempo.

Le dejé a mi único hijo mi único reloj de manecillas y el último paraguas que compraría.  Me preguntó:  "¿No te hará falta una sombrilla?".  No, le dije.  Cuando llegue a mi destino me envolveré en las túnicas de los nómadas y de las tribus, sólo dile a tu madre que procure siempre regar la jardinera y el roble amarillo que sembramos antes de separarnos.  Antes pensaba que toda despedida guardaba el gérmen del retorno, pero ese día supe que me despedía a secas.

Al día siguiente, en el camino hacia el aeropuerto durante la temprana mañana, tuve que también despedirme del verde de los árboles, las montañas y el césped.  El canto de las aves y el sonido de los insectos.  Supe con toda certeza que dejaba mi mundo atrás, mis lágrimas y mi sangre.

Pero aquella tarde en que finalmente llegué a mi destino luego de interminables escalas y, como la mejor de las profecías, justo cuando me disponía a entrar al Hotel Parador, la lluvia cayó en el desierto y sentí la ausencia no ya del paraguas entregado sino de la disolución de mi nuevo mundo cuando comprobé que las casas de barro compactado iban formando un lodazal tan grande como una ciudad.

sábado, 18 de abril de 2009

Puerto Rico: Presente en la V Cumbre de las Américas

El caso colonial de Puerto Rico se ventiló ayer en Trinidad y Tobago sin la ayuda del Comisionado Residente Pedro Pierliusi,quien pretende esperar a radicar su proyecto de status para no importunar tan rápidamente a sus amos en Washington y juega el papel bochornoso de acólito colonial en la comitiva del presidente estadounidense Barack Obama a la V Cumbre de las Américas. Fue el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega quien mencionó a Puerto Rico como el otro gran ausente en la reunión hemisférica además de Cuba.


Illustration by David Simonds (The Economist)

La inclusión del caso colonial de Puerto Rico en la alocución de Ortega se debió al trabajo y buenas relaciones de puertorriqueños independentistas en la cancillería nicaraguense. Pedir a los Estados Unidos que termine su régimen anti democrático en Puerto Rico se da en momentos en que las fuerzas del continente se han realineado, la América Latina hace más patente su exigencia de que Puerto Rico es parte integral de ella y en Washington ya se está observando una nueva postura frente al fracasado aislamiento de Cuba.

El repaso que hizo Ortega de las tortuosas relaciones entre Estados Unidos y Latinoamércia ha liderado las notas de prensa que salen de la Cumbre junto al muy esperado discurso de Obama. Pero es esperanzador y de una importancia especial que, además de la publicidad que generó el arresto y deportación de Tito Kayak, este discurso de Ortega donde expresa su vergüenza de que Puerto Rico no esté representado, no sólo en la Cumbre, sino en la comunidad de naciones libres latinoamericanas, le esté dando la vuelta el mundo.

Puerto Rico y las Américas en el discurso de Ortega en:

TeleSUR
CubaDebate
Agencia Bolivariana de Noticias
Granma Internacional de Cuba
El Financiero de México
El Informador de Guadalajara, México
El Universal de Venezuela
El Nuevo Diario de Nicaragua
Confirmado.net de Ecuador
La Rioja de España
Agence France Presse (AFP)

Lea también la reciente Resolución sobre Puerto Rico del Comité de la Internacional Socialista para Latinoamérica y el Caribe de cara a la V Cumbra de las Américas.

Sin embargo y ante toda esta prensa positiva para el independentismo es totalmente inaceptable que todavía los medios en los Estados Unidos y mucho de los más grandes en el continente obvien esa parte del largo discurso de Ortega donde mencionó a Puerto Rico.

Esto pone sobre el tapete algo ya imposible de ignorar: mientras Puerto Rico siga siendo una colonia o no articule una vigorosa -y unida- campaña de relaciones internacionales (véase por ejemplo, el fenómeno de la paradiplomacia), no podrá defender sus intereses inmediatos (la descolonización) ni proyectar más ampliamente sus intereses. Es por esto que la columna del abogado Rafael Cox Alomar publicada ayer en El Vocero es anacrónica e ilusa ya que por un lado critica el alcance de reuniones como la Cumbre de las Américas y por el otro, intenta insertar a Puerto Rico en la toma de decisiones internacionales para que juege un papel clave en este tipo de dinámicas hemisféricas pero con la continua injerencia de los Estados Unidos. Esta es la clara conclusión de su atribulado escrito cuando revive el hit parade muñocista de 1950 que nos trajo la farsa del ELA cuando nos dice: "Es en esa agenda de futuro que Puerto Rico tiene que insertarse como interlocutor natural entre las dos grandes culturas del hemisferio". La postura de Cox Alomar es muy contradictoria, chiquita y, lo peor de todo, colonialista porque reduce toda la grandilocuencia y aspiración a la que debe enfocarse Puerto Rico "en esa agenda de futuro" en la arena internacional y regional a las bondades del ELA, al sistema colonial imperante y a la continua soberanía de EE.UU. sobre la nación puertorriqueña. Al que alguna vez albergó esperanzas sobre las intenciones descolonizadores de Cox Alomar, puede estar seguro que solo era una pantalla, un espejismo porque el licenciado sigue más popular que nunca. Es hora de que se de cuenta que para entrar de lleno al juego diplomático, Puerto Rico necesita su independencia nacional como instrumento para alcanzar su soberanía de estado y así, posteriormente asociarse, mediante una libre asociación o mediante pactos regionales y tratados bilaterales. Yo me pregunto cuándo los mal llamados estadolibristas se darán cuenta de esto. Y cuando, sobre todo, los auto proclamados soberanistas dentro del PPD se decidan a tomar posturas valientes y buscar el futuro fuera de su partido colonial.

Por último creo oportuno destacar la desfachatez e irresponsabilidad periodística con que los medios de prensa del país, donde a esta hora del día (12:12 PM del 18 de abril de 2008) ni El Nuevo Día ni El Vocero hayan ni siquiera incluido ni comentado el discurso completo de Ortega. Hasta el momento las noticias incluidas en su portales se limitan a tocar la parte del discurso concerniente a Cuba. Esto demuestra que en la Isla la prensa ya está comprada por ciertos intereses económicos que moldean, alimentan y autocensuran cierta información para asignarle las prioridades a la mayoría de la población. Vean el documental "Un diario amable" producido por la productora Zona Franca, para una revisión invarolable del rol de El Nuevo Día en nuestro país y la prensa a conveniencia con la cual contamos.

Muestra del documental "Un diario amable":

viernes, 10 de abril de 2009

Chávez, Fidel y la independencia de Puerto Rico

(Nota:  Escribí esto el 31 de enero de 2006, pero creo que todavía tiene mucha vigencia.)


Al culminar el Foro Social Mundial este pasado domingo, 29 de enero, en Venezuela, el presidente de dicha nación, Hugo Chávez Frías, convocó a una marcha en la capital Caracas a favor de la independencia de Puerto Rico y la retirada de las tropas estadounidenses de Irak.  La misma está pautada para el 8 de marzo y desfilará frente a la embajada estadounidense.  

Para muchos puertorriqueños estas declaraciones no son sino otro ataque más de Chávez a la administración Bush para ahondar su revolución populista y su postura “anti-imperialista”, que muchos señalan como pura demagogia, y le restarán importancia.  No se desencadenará una serie de acontecimientos como el protagonizado recientemente por los gobiernos de Toledo en el Perú y de Chávez, por el mero hecho de que el gobierno colonial puertorriqueño no tiene los canales diplomáticos para formalizar una queja contundente, ni mucho menos el interés para tomar el asunto del status, como el mensaje sobre la Situación del País, del gobernador Aníbal Acevedo Vilá, demostró.

Por otro lado, para muchos independentistas, en especial los que comparten fuertes lazos ideológicos y de cooperación con el régimen venezolano, las expresiones de Chávez adelantan la causa independentista por proyectarla al plano internacional y por ser el primer jefe de estado en mucho tiempo que se expresa sobre el tema del status político puertorriqueño.  Ciertamente los lazos de solidaridad entre el movimiento bolivariano venezolano y el independentista en Puerto Rico están pasando por su mejor momento.

Este escenario, a primera vista halagador para el independentismo porque se trata, en efecto, de un acontecimiento que casi nunca ocurre, puede traer implicaciones tan negativas como ha sido la asociación del independentismo con Fidel Castro y la continua manifestación de posturas caducas y no viables en escritos y discursos de varios líderes del movimiento emancipador puertorriqueño.  Chávez, como Fidel, tiene un problema grave de adjudicar responsabilidades y de moderar sus posturas ante la realidad de los tiempos.  Utilizando el mejor legado de la simbología y tradición caudillista latinoamericana – boina, camisa color rojo, intento de cambiar los símbolos nacionales, discursos interminables a lo Castro y su presencia constante en los medios – Chávez se ha recreado a sí mismo como una figura enorme –y vale admitir también caricaturesca –en la política mundial por sus constantes ataques a la Casa Blanca de Bush.  Aunque los Estados Unidos han sido una fuerza desestabilizadora en el ámbito internacional (heredera orgullosa de la Pérfida Albión con la guerra en Irak, como el ejemplo más contundente y reciente), achacarle la culpa de todos los males que los pobres del mundo viven o la difícil realidad de ‘x’ o ‘y’ país es una simplificación inmadura y peligrosa.  Este craso error que Chávez comparte con Fidel y la fortuna en la que está sentado (el crudo venezolano) son las razones por las que hay que tomar al Presidente Chávez en serio y con pinzas.

Chávez ha trastocado la democracia en Venezuela, y aunque fue elegido y revalidado democráticamente, Venezuela está viviendo un verdadero déficit democrático por la falta de independencia en las ramas legislativas y judiciales.  Sus posturas de bravucón revolucionario lo han llevado a crisis diplomáticas con los gobiernos de México y Perú (valdría la pena preguntar en estos casos cómo cuajará su plan bolivariano de unidad latinoamericana).  Y más preocupante fue la admisión por el mismo Chávez de la existencia de la llamada “lista Tascón” que incluye los nombres de todos los ciudadanos venezolanos que firmaron para facilitar el referendo revocatorio del año 2002, lo que nos hace repensar cualquier tipo de apoyo que le podamos dar a o recibir de Chávez.  Esta lista pudo y todavía puede ser utilizada por el gobierno –totalmente controlado por los chavistas– como arma de persecución política contra los que no apoyaron al Presidente Chávez.  Para cualquier independentista esto debe ser causa de gran alarma ya que trae memorias de la nefasta práctica del ‘carpeteo’ en nuestra isla.

Con éste análisis, no pretendo hacerle eco a las expresiones de la irresponsable y afrentosa administración Bush o apoyar el bloqueo inhumano a la hermana isla de Cuba, pero debo ser justo y llamar las cosas por su nombre.  Chávez se está dirigiendo por mal camino y los independentistas puertorriqueños debemos mirar con más cautela cualquier ofrecimiento de ayuda de su parte.  

Hace unos pocos años, en su regreso de Cuba luego de haber participado junto a Fidel Castro de una demostración, Fernando Martín decepcionó a muchos cuando dijo que no importaba de dónde viniera el apoyo a la causa independentista, viniera del Papa o de Fidel, sino que lo importante era que existiera ese apoyo.  La causa de la independencia nacional puertorriqueña no debe buscar ni mucho menos celebrar los méritos que líderes desprestigiados y antidemocráticos le puedan ofrecer.  El Puerto Rico independiente al que todos debemos aspirar y luchar es uno viable, democrático y capaz de enfrentarse a un mundo globalizado en estrecha cooperación con nuestros pueblos hermanos latinoamericanos.  Hay que dejar los viejos modelos atrás, hacer un ejercicio de retrospección y solidificar nuestra lucha, primero entre los puertorriqueños y luego con el resto del mundo.

jueves, 2 de abril de 2009

Los vientos de abril

A tres meses de coger (involuntariamente) la "guagua del cambio de Fortuño", comparto este comentario que no me quisieron publicar en El Nuevo Día.

Los vientos de abril

Por:  Luis Ponce Ruiz - Estudiante de Derecho


Vientos atribulados y violentos se ciernen sobre el país.  


El huracán azul de noviembre no pasó y se fue:  se ha estacionado sobre Puerta de Tierra y desde allí las ráfagas llevan, en su ímpetu, aire de discrimen, lluvia de fanatismo político y escombros de vendetta contra no sólo la libertad de expresión, sino contra cualquiera que no se suscriba al pequeño lindo mundo de los valores correctos, de la moral absolutista y de la fe servilista-libremercadista de la mayoría legislativa.


Un viento de fuego que pretende incinerar las protecciones constitucionales desde la separación de iglesia y estado hasta el derecho de la intimidad que cobijan a todos los ciudadanos e instituciones por igual.  Fuego con la efe de Fortuño para saquear a la Universidad de Puerto Rico.  Ahora todo el que no coma la hostia azul no sólo es un torcido, sino un terrorista.  Una revisión del Macartismo , esta vez bajo la sombra de una palma que se crece en la fiebre de Bush.


Una ráfaga de venganza para acallar al Colegio de Abogados.  ¿A qué se debe esto?  ¿A un resentimiento más antiguo que su defensa de los valores nacionales?  ¿A su condena del colonialismo y a los poderes omnímodos federales?  ¿Un odio visceral por ayudar a los más pobres o por hacerle un velorio a un patriota que derramó las vísceras por este pueblo chico?  


Es pues, un huracán de miedo.  Terror a lo distinto.  Obtuvieron mayoría y ahora, ya es evidente, se sienten más amenazados que nunca, porque, ¿de qué otra manera explicar el constante hostigamiento contra los que apoyan el derecho de las mujeres a abortar, de los homosexuales a amar, de los universitarios a estudiar y de los disidentes a diferir? 


El país necesita soluciones para los desempleados, oportunidades para el pobre que hoy --gracias a los excesos de los más ricos-- es más pobre aún.  A acabar con el problema del crimen legalizando y medicando las drogas que hoy son ilícitas.  A asignar los fondos necesarios y más que merecidos, a la Universidad de todos los puertorriqueños.  Pero mientras el legado conservador en los Estados Unidos lo están barriendo fuera de la casa, en Puerto Rico está entrando por la cocina y el aula, amenazando la conciencia y la inteligencia.

miércoles, 1 de abril de 2009

¡Alfonsín, Alfonsín, Alfonsín!


Destructor de la sangrienta dictadura militar argentina (1976-1983) y amigo incondicional de la independencia de Puerto Rico, ayer murió en Buenos Aires, el ex presidente Raúl Alfonsín.  Tan pronto los argentinos supieron de la triste noticia, muchos se dieron cita frente a lo que hasta hace poco había sido su apartamento en la Ave. Santa Fe y empezaron a corear su apellido. Entren a Clarín para leer más.  Todas las fotos son de Clarín.



Muere a los 82 años el ex presidente argentino Raúl Alfonsín

Fue el primer presidente demócratico tras la dictadura militar (1976-1983)

SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ - Buenos Aires - 01/04/2009

Raúl Alfonsín, el ex presidente que sentó en el banquillo a los 15 jefes militares que protagonizaron la feroz dictadura argentina, acusados de 30.000 asesinatos y desapariciones, falleció ayer, a los 82 años, en su domicilio de Buenos Aires. Alfonsín padecía un cáncer de pulmón, pero su larga enfermedad no suavizó la conmoción que han sufrido todos los sectores sociales, políticos e intelectuales del país. Centenares de personas se reunieron anoche mismo ante las puertas de su domicilio, en el barrio de la Recoleta.

Alfonsín, el único presidente de la democracia argentina que no ha tenido que vérselas en los tribunales por acusaciones de corrupción, recibió en los últimos años de su vida el respeto de casi todas las facciones políticas, que le reconocieron finalmente su enorme tarea para asentar la democracia en momentos muy difíciles y su extraordinaria honestidad personal.

Tres hechos definen la personalidad y la trayectoria de este abogado y político radical, que ganó las elecciones en 1983 y tuvo que hacerse cargo de un país arrasado económica y moralmente. En plena dictadura militar, Alfonsín ayudó a fundar la Asamblea Permanente en Defensa de los Derechos Humanos y se hizo cargo de multitud de casos de desaparecidos. El fue también uno de los poquísimos políticos argentinos que en 1982, en medio de la euforia general por la "recuperación" de las Malvinas, se negó a participar en un acto "patriótico" organizado por los militares en las islas. Para él, aquella guerra fue "una aventura demencial".

Recién elegido presidente de la República (eran las primeras elecciones celebradas después de la muerte del General Perón, en 1974, y de los casi ocho años de dictadura), Alfonsín puso en marcha una Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, presidida por el escritor Ernesto Sábato, que elaboró el impresionante informe Nunca Más. Gracias a aquel trabajo, el presidente de Argentina, en un hecho inédito no sólo en América Latina, sino también en el resto del mundo, acusó formalmente a quince altos mandos de las Fuerzas Armadas por los crímenes cometidos. Los integrantes de la Junta Militar recibieron cadena perpetua. Era la primera vez que los responsables de un golpe militar no se iban tranquilamente a sus casas, a disfrutar de sus pensiones y rapiñas.

La operación de limpieza de las terribles Fuerzas Armadas no pudo proseguir en otros niveles, porque, sometido a una intensa presión y a dos rebeliones, (los carapintadas), Alfonsin se vio obligado a dictar la muy criticada Ley de Punto Final y de Obediencia Debida, que dejó en la calle a decenas de oficiales de menor rango, igualmente asesinos.

Sus mayores errores, sin embargo, se produjeron en el área económica, donde no supo hacer frente a una dura crisis, que se sumó al lastimoso estado de la industria que había heredado de la dictadura. Agobiado por una espiral de hiperinflación, por el permanente acoso de los peronistas y de los sindicatos, que sacaron a la calle a los ciudadanos y le organizaron ocho huelgas generales (cuando no habían convocado ninguna durante la dictadura), Alfonsín entregó el poder, cinco meses antes de acabar su mandato, al peronista Carlos Menem. Por primera vez, Argentina era escenario de un traspaso democrático y legal del poder.

"Le voté, luego le critiqué y ahora me arrepiento". La frase, de unas de las cientos personas que llamaron ayer a las radios argentinas para expresar su homenaje a Alfonsín, refleja bien el sentir de muchos argentinos. Pese a todos los errores, el ex presidente es en la memoria de los argentinos el símbolo de la democracia y la honestidad política. "No se ha resaltado suficientemente que Raul Alfonsín, el político más importante de la democracia argentina, fue un hombre de consenso, que estimaba por encima de todo la defensa de la democracia y el diálogo", explica Joaquín Morales Solá, uno de los más comentaristas políticos más famosos y apreciados del país. Morales recuerda la frase de Alfonsín, "La política, cuándo no es dialogo termina siendo violencia" como definitoria de su personalidad. "Su muerte", asegura Morales Solá, "quizás sirva para recordar que una sociedad no puede vivir permanentemente en la crispación y el enfrentamiento, como sucede ahora".

Alfonsín fue efectivamente un hombre de diálogo y de paz (promovió el decisivo tratado con Chile sobre el Canal Beagle) y un decidido partidario de la unificación latinoamericana (fue uno de los creadores de Mercosur). "La democracia", decía, "es un proyecto de largo plazo. No importa cómo me juzgue a mí la historia. Lo que importa es que haya ayudado a salvaguardar la democracia". Esa fue su obsesión.




Muestras del apoyo de Alfonsín a la lucha por la independencia de Puerto Rico (gracias a José R. Bas del PIP por los enlaces):





¡Presidente Alfonsín, que descanse en paz!

La tribu errante