martes, 29 de mayo de 2007

Miss Universe y la aldea global

Luis A. Ponce
Diplomado en Relaciones Internacionales

La bienvenida que el gobierno de Puerto Rico organizó para Zuleyka Rivera, Miss Universe 2006, y el multitudinario recibimiento que el pueblo le ofreció demostraron una vez más el gran orgullo que todos los puertorriqueños sentimos cuando los nuestros triunfan y se destacan a nivel internacional. Esta muestra de fervor patriótico, que rápido se convierte en comidilla para los políticos y politiqueros por igual, puede abonar a una discusión seria sobre las prioridades que tienen el gobierno y los líderes del país para el desarrollo económico, social y cultural de nuestra gente en todas las disciplinas que cultiva el ser humano.

Lamentablemente, ganar coronas en certámenes de belleza o medallas en competencias deportivas no contribuye a solucionar los problemas que aquejan a nuestra sociedad. Por el contrario, nos brindan una excusa para olvidarnos de ellos, para el baile, la botella y la baraja. Antes de Zuleyka, cuatro soberanas trajeron a casa una corona y acaso ¿la violencia contra la mujer disminuyó? No sólo ha aumentado, sino que el abuso contra ellas e infantes ha llegado a proporciones horrorosas como los crímenes que se cometieron durante este verano evidenciaron. ¿Cuántos triunfos nuestros atletas han cosechado y acaso ha mejorado la educación física en las escuelas públicas del país? Nuestros dirigentes se toman fotos con reinas y atletas, hablan de lo como “le comemos los dulces” a todo el mundo y acabado el carnaval olvidan sus palabras.

Esta memoria corta de nuestros gobernantes –y de nosotros, los electores– ha perjudicado el desarrollo de nuestra Isla. Un país que está buscando atraer más inversiones extranjeras para crear empleos y venderse como el puerto de distribución de productos chinos para Latinoamérica no puede depender únicamente de una delegación deportiva y franquicia de Miss Universe para representarlo en este mundo globalizado. Sin embargo, por 54 años y contando, el Estado Libre Asociado le ha negado a Puerto Rico el derecho de insertarse al mundo y potenciar el desarrollo económico a través de la diplomacia y participación completa en los organismos internacionales.

Zuleyka nos ha brindado una nueva oportunidad para reflexionar en torno a lo siguiente: si ya hemos triunfado internacionalmente en los deportes, la música y las pasarelas, ¿qué nos impedirá representar y defender exitosamente –y con orgullo– nuestros intereses en los mercados mundiales y la política internacional?

[Nota: Este artículo fue publicado en octubre de 2006 en la sección Voces de El Nuevo Día. Lo publico hoy en el blog por dos razones: a) que el mencionado certamen se celebró ayer y paralizó a parte del país y b) que la Asociación Americana de Juristas, un organismo continental, ha aprobado en días recientes sendas resoluciones a favor de la autodeterminación y soberanía de Puerto Rico.

Pueden ver las resoluciones y el comunicado de prensa pinchando los siguientes enlaces:

-Conferencia de prensa de la Asociación Americana de Juristas , Capítulo de Puerto Rico (Lunes, 28 de mayo de 2007, 11:00 a.m.)

-Resolución del Capítulo de Puerto Rico a la XIVta. Conferencia Continental de la AAJ en La Paz, Bolivia, sobre la autodeterminación del Pueblo de Puerto Rico

-Resolución del Capítulo de Puerto Rico a la XIVta. Conferencia Continental de la Asociación Americana de Jursitas en La Paz, Bolivia, sobre la soberanía de los Recursos Naturales del Pueblo de Puerto Rico.]

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La tribu errante