" 'Bicho es'...me encanta esa expresión". -Twittecata anónima.
Penita pena
No sé si se acordarán que para finales de la década de los 90's, Franco de Vita sacó ese mega exitazo de las ondas radiales, Manuela. Una canción dedicada a la mejor mano del mundo: la de cada uno de nosotros. La Manuela sonaba a toda hora y en casi todas las emisoras. Hasta Radio Oro llegó a transmitir una versión instrumental. En aquel entonces, la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones (JRT) no reclamó nada y todo el mundo se reía de lo lindo o recordaba sus mejores momentos con Manuela, algo que si bien no provocaba risas por todo lo alto, por lo menos traía a los labios una leve sonrisa de satisfacción.
Una década más tarde, Calle 13 también nos invade de gozo y lo mostramos con risa. Usamos los labios. Pensamos en la boca. Y al parecer la doña Sandra Torres de la JRT no le gustó reírse con las sandeces de René y su combo. Obscenidad, reclama doña Sandra. Protección para los oídos castos del buen pueblo puertorriqueño. Exige con la poca autoridad que tiene que ella hará llegar a la FCC las quejas de los boricuas indignados, preocupados, básicamente violados, por la "poesía" urbana de Calle 13.
Las palabras y acciones de doña Sandra dejan entrever la inutilidad de su cargo. Ella sólo podrá remitir esas quejas a la FCC porque su puesto (y el resto de Puerto Rico) no tiene poder para censurar las ondas radiales. Doña Sandra y toda la derecha fascista de este gobierno de Fortuño se salieron con la suya en Educación, pero las Comunicaciones, espérate, que eso es campo ocupado federal. Por más que quieran censurar no van a poder. Un amague de censura, qué lindo. Y más hermoso es saber que Univisión tiene más poder que el gobierno del ELA.
"Que no sepa tu mano izquierda lo que haga tu derecha"
Es solo una metáfora, eso de venirse en bocas de alcaldes. Y dependiendo de la dexteridad tuya y de tu pareja, muchas veces ambas manos ni se dan cuenta. Calle 13 alardea de su "poesía del oprimido" y la poesía, como todo político sabe, es "inofensiva". Digo, para los políticos populares es inofensiva (Bhatia on my mind), porque para la derecha fascista de Fortuño, Santini y Schatz es una amenaza a su reinado puritano de valores y promesas de hombre. El alarde de la derecha PNP es más patética que cualquier otra: son mayoría, no paran de babearse al decirlo, pero al final son unos cobardes. Ajenos al diálogo, huyen del debate. Nerviosos a dar la cara, se reúnen a espaldas del pueblo. Ineptos en su toma de decisiones, se escudan detrás de la macana. Le temen al pueblo, al consenso y al disenso.
Ahora le temen a Calle 13 y gracias al arreglo colonial que apoyan desde sus pequeños puestos no pueden censurarlo por más que quieran. El colmo del arrodillado.
Le temen a Calle 13 y a su lírica mala. Se sienten amenazados por palabras que es lo más triste. Y, a la vez, lo más revelador. El lápiz, ya se ha dicho, es una máquina para matar fachos. Y aunque todos sepamos que las acciones de Calle 13 se distancian (muy irónicamente) de lo que canta y habla (no sé tú, pero yo me quedé esperando los huevos de René en el video ese de las monjas), hay que defender la libertad de expresión, el libre pensamiento y la música (que es arte) en todas sus expresiones.
Ya una vez lo dije, pero hoy lo vuelvo a repetir: ojalá todos los cafres fueran como Calle 13.
"Digo lo que pienso".