sábado, 9 de mayo de 2009

Sarcasmos nulos de madrugada


No necesito tiempo para "investigar por qué estoy triste", sino para acabar lo que tengo de frente y lo que le sigue mañana.  Investigo el cansancio fácilmente obtenido después de amagues de lecturas maratónicas, del teclado siempre accesible, de ese germen de historia para nada asequible pero que me libera del ahora sólo para perderme en un laberinto de imágenes, palabras y sombreros.  Debajo de cada sombrero no hay un conejo, sino un iPod y cada iPod una voz distinta que me llama a hacer algo distinto.  Es difícil escoger, pregúnteselo a un niño o, en la alternativa, a mí cuando me despierte y no sepa qué hacer con las próximas quince, trece horas.

Así, entre esa primera bocanada de aire que tomo luego de lavarme la boca, cuando todavía el sol no quema y los vecinos aún nadan en el sopor del sábado mañanero, me sentaré nuevamente en la silla que ahora mismo estoy sentando escribiendo estas palabras para leer, para matar creatividad con reglas infinitas, con prosa demasiado lógica que te reseca la boca toda y para nuevamente internarme en ese laberinto que, repito, aunque me haga perder, me salva.

2 comentarios:

Antigonum Cajan dijo...

Su tribu debe llamarse
Lesperianos en honor a Ivonne Acosta Lespier...Aparentemente todos han coincidido en lo de Benedeti, los
Palestinos, y recoger firmas para palos
destruidos/mutilados.

Suerte y exito.. A esta gran tribu numerica y grafica....

Unknown dijo...

Somos más que una tribu, todos los que blogueamos conformamos esa otra cara del país, de un Puerto Rico libre de venganzas políticas, agendas personales y de intereses económicos. De crítica pero también de solidaridad.

¿No se ha dado cuenta que cuando comprueba que las cosas en el mundo van bien mal rápido entra al Internet para buscar algo distinto y encontrar, algún átomo de esperanza? No hay nada malo en reconocerlo, vivimos tiempos diferentes y a eso es lo que responde el desahogo de Ivonne y el de todos nosotros...el de usted también.

Y la misión de este espacio, de esta tribu, es rescatar eso que a veces ya se da por perdido, sea cafre o no.

La tribu errante