—Te gustan las mujeres bajitas, ¿verdad?
—Sólo sé que me gustan las mujeres que me preguntan cómo me gustan las mujeres.
—Eres un cabrón.
—Y tú una mujer bajita que se cree alta.
Querube, que veníamos escuchándola desde que dejamos atrás a Yauco, finalizaba.
—¿Te molesta que fume?
—¿Te gusta que te bese?
Buscaba otra de Los Condes, pero dejé caer el iPod entre mis muslos cuando le indiqué que estábamos a punto de perder la salida.
Ante mi advertencia, ella acometió con diligencia el cambio abrupto de carriles.
—No contestaste mi pregunta.
—Ni tú la mía.
1 comentario:
hehehe, que ocurrente!
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