Autor: Jaime Lluch*/Especial para Claridad
La globalización neoliberal de estos tiempos es un fenómeno muy desigual y no está claro que esté encaminando a la humanidad hacia un mejor futuro. Sin embargo, es evidente que es un proceso que nos afecta a todos y que tiene tres dimensiones: política, sociocultural y económica.
Algunos economistas han tratado de medir cómo las naciones han respondido a la globalización y cuáles sociedades se están adaptando mejor a estos tiempos globalizados. El Índice KOF de la Globalización, elaborado por Axel Dreher y otros, es uno de los índices más citados. Aunque la metodología y los conceptos que subyacen el Índice KOF se pueden cuestionar, me parece que el Índice correctamente establece que para poder analizar cómo cada sociedad se está globalizando es necesario medir las tres dimensiones de la mundialización: los aspectos económicos, políticos, y socioculturales. El último índice KOF de la Globalización mide cómo 208 países se están globalizando. A Puerto Rico le han asignado el puesto número 194 en este índice, o sea que, para sus autores, nuestra sociedad es una de las menos globalizadas del mundo.
Somos una sociedad menos globalizada en lo político ya que al ser un apéndice colonial de otro país, todas nuestras relaciones políticas con el mundo exterior están filtradas y canalizadas a través de la metrópoli. Puerto Rico no tiene embajadas ni consulados en el mundo, no participamos en organizaciones internacionales a nivel de país, y pocos puertorriqueños trabajan en organizaciones internacionales tales como el Banco Mundial o la ONU. Somos una sociedad menos globalizada en lo económico por la misma razón estructural: al ser un territorio no incorporado de los EUA, nuestras relaciones comerciales internacionales están en manos del gobierno federal. Nuestras exportaciones e importaciones se hacen a través del aparato administrativo y legal del gobierno estadounidense, y no participamos en acuerdos internacionales comerciales.
Pero también somos una sociedad menos globalizada en la dimensión sociocultural. La mundialización incluye el acceso a las redes de comunicaciones e interconexiones internacionales, integrando pueblos, ideas, culturas, idiomas, modos de pensar, recursos financieros, bienes, servicios, leyes, etc.
¿Es Puerto Rico una sociedad abierta a la gran diversidad mundial de culturas, idiomas, ideas y creencias, o somos todavía una sociedad relativamente cerrada? ¿Somos una sociedad que está receptiva a recibir los flujos de información e ideas que cruzan las fronteras políticas y geográficas que nos limitan?
Tal y como sucede con las dimensiones económicas y políticas, en la dimensión social podemos observar que hay sociedades más globalizadas que otras en este aspecto.
Obviamente, la realidad social y económica europea es muy distinta a la de Puerto Rico, pero veamos en qué sentido algunas sociedades europeas se están globalizando. Por ejemplo, en Suiza, la Corporación Suiza de Teledifusión (SRG/SSR) opera siete canales de televisión y 18 estaciones de radio, y es administrada como una entidad sin fines de lucro. También existen varias estaciones de radio y TV privadas. Estaciones de radio y TV de Francia, Italia, y Alemania están al alcance de gran parte de la población, a través de la TV por Cable y Satélite. Desde el 2002, el 80% de las familias reciben TV-Cable o TV-Satélite. Hay cerca de 40 canales de TV alemana disponibles, incluyendo RTL, ARD, y Pro, y los cantones francófonos también importan TV en francés, y la parte que habla italiano también importa TV en su idioma. CNN, BBC, CNBC, Sky TV están disponibles en inglés. El Observatorio Audiovisual Europeo analizó los patrones de consumo de transmisiones televisivas en el 2002, y encontró que el 60% de la audiencia suiza ve la TV extranjera. El 68% de la población usa el internet diariamente. Se publican diarios multilingües en los diferentes cantones, tales como Blick y Tagesanzeiger en Zurich, Le Matin en Lausanne, y Corriere del Ticino en Lugano. Si uno va a cualquier kiosco de periódicos en cualquier estación de tren en Italia, aun en ciudades pequeñas, va a encontrar periódicos y revistas en cinco o seis idiomas. Lo mismo sucede en las principales ciudades españolas.
Más cerca de nosotros y de nuestra situación, en Bogotá, Colombia, la TV-Cable básica incluye canales en italiano, alemán, y francés, además de los bien conocidos canales en inglés. Las librerías allá tienen libros en varios idiomas, además del español e inglés. En Montréal y Québec (en Canadá), cualquier kiosco de periódicos tiene ejemplares de la prensa francesa además de algunos otros periódicos europeos, y por supuesto toda la prensa local, canadiense, y estadounidense. Un número creciente de jóvenes quebequenses son perfectamente trilingües (francés, español, e inglés).
Por el contrario, en las sociedades menos globalizadas en la dimensión cultural, las redes de información y comunicación están muy enraizadas en la comunidad local o estatal, y las fronteras estatales dificultan el acceso a las redes de comunicación internacionales. Entre las sociedades menos globalizadas del mundo en este aspecto están Irán, Siria, Haití, Nepal, y Burundi.
En Puerto Rico, el viejo insularismo de épocas pasadas causado por el aislamiento geográfico y la condición de haber sido una colonia militar de dos imperios consecutivos ha sido reemplazado en los últimos 50 años por una nueva miopía. Tenemos toda la tecnología de la información, casi todas las familias tienen TV y radio, y el uso del Internet está creciendo, pero sin embargo nos acecha un nuevo provincianismo.
Los flujos de ideas e información que llegan aquí vienen mayormente de Estados Unidos o son filtrados a través de ese país. Por ejemplo, el 98% de los canales de TV- Cable provienen de EUA. Los canales locales y las estaciones de radio locales producen muy pocas noticias o reportajes internacionales ellos mismos. Las noticias internacionales que se transmiten diariamente vienen directamente de servicios noticiosos estadounidenses. El 98% del cine que se exhibe en Puerto Rico es cine hollywoodense. En nuestros kioscos de periódicos vemos casi exclusivamente la prensa local. ¿Cuándo ha visto usted ejemplares de revistas o prensa caribeña, argentina, o colombiana, por no hablar de la prensa europea? ¿Cuántos jóvenes puertorriqueños son perfectamente trilingües? ¿Cuántas personas puertorriqueñas son expertas en China o el Sureste de Asia, en Brasil, en Canadá, o en la Unión Europea?
Las personas son portadoras de ideas y modos de pensar. Aquí el turismo que se recibe es mayormente de Estados Unidos; muy poco es de otras partes del mundo. El flujo de ideas que se recibe en Puerto Rico viene casi exclusivamente del bloque mundial cultural anglo-estadounidense, que no representa en estos momentos de la historia ni el pensamiento mayoritario entre los países occidentales ni mucho menos el pensamiento más progresista. Quizás ya no somos insularistas isleños, pero ahora estamos corriendo el riesgo de convertirnos en una sociedad provinciana dentro del andamiaje anglo-estadounidense.
* El autor conduce estudios Post Doctorales en el Instituto Universitario Europeo, Florencia. jaime.lluch@eui.eu ; jaime.lluch@gmail.com
2 comentarios:
Este artículo lo incluí en la tribu por los acertados señalamientos que hace sobre la falta de apertura a otras corrientes ideológicas y culturales en Puerto Rico. El autor habla sobre la globalización que va más allá de las cadenas de comida rápida, tiendas de diseñadores y gusto por los placeres de las celebridades; estos ejemplos son sólo la parte negativa de la globalización, pero hay otros, como se expone aquí, que tocan la cuestión intelectual y creadora.
Somos el apéndice de un imperio, quizás menos insulado en lo puertorriqueño, pero sumergidos en el mar del modus vivendi norteamericano. Es un agobio que la mayoría de la gente --si me permiten las generalizaciones sólo por esta vez-- no siente. Se dicen que es lo normal, dicen, de hecho, que ya es parte de lo puertorriqueño.
Lluch, alza la voz --o mejor dicho, la pluma-- en el momento atinado: nuevamente, la administración de la colonia está en manos de un gobierno servilista y entreguista, que ya renuncia a sus valores morales para facilitarle el trabajo a los cuerpos federales. Hay que hacerle frente a este nuevo intento de disasociar los múltiples elementos que componen la nacionalidad puertorriqueña con el reclamo de una globalización verdadera, a sus anchas y no a medias.
Me interesa ver como se vive en distintos lugares y por eso constantemente viajo a diversas ciudades. Cuando puedo, trato de conseguir alojamiento en los hoteles economicos para llegar a los lugares
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